lunes, 9 de agosto de 2010

Eran otros días.

Era el mes mas corto, el que siempre te dejaba con la miel en los labios, en el que los días parecían no tener fin. Los días pasaban entre sueños y horas al sol, paseo hasta el parque cena rápida, partidos y horas sin fin a la luz de las farolas, pasando frio, sueño, pero el frontón era el refugio ideal, con las chuches necesarias e indispensables por supuesto. De los fines de semana podría decir que no me acuerdo, perder la noción del tiempo era lo más simple y rápido, se nos daba de lujo. Ponernos guapos, el caño y un duro para calentar motores, después pasamos por los botellones, caminos de cabras, risas y llantos hasta acabar reventados en la calle o en el sofá de la discoteca... se pasaba Agosto y un hasta fiestas! ponía el fin al que parecía el mes mas corto del año aunque tenía sus incondicionales 31 días para perder el norte...

Pero eran otros días. Ahora todo ha cambiado, hemos cambiado y eso queda atrás... caminos separados. Quedan los recuerdos. Buenos, los malos el tiempo los cura. Eran otros días en los que la inocencia vivía a la luz de las farolas, el olor a campo y no pisar por casa. Eran otros días en los que todo nacía, era nuevo, raro... pero dejaba buen sabor de boca. Después de todo eso, hoy puedo decir, o escribir, que tresportresportres son tres elevados al infinito.

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