sábado, 11 de septiembre de 2010

Noche de viernes.

Se dejó llevar por la incertidumbre del momento y se llevó una grata sorpresa. Pasaron las horas como los minutos, la rabia quiso aparecer, pero la risa la empujó a un oscuro abismo. 





No puede encontrar la palabra que englobe tantas cosas buenas,
de momento solo puede sonreír.

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