domingo, 3 de abril de 2011

Me niego.

Ayer justo antes de irme a dormir, me paré a pensar. No mucho, unos tres o cuatro minutos, pero fueron suficientes. Estaba siendo un buen fin de semana, si, a pesar de todo. Marzo consiguió llevarse todas esas tonterías, pero ¿yo realmente soy así? Creo que cada persona, tiene su forma de ser, que depende de las situaciones que le plantee la vida, acaba adaptándose. Puede que realmente mi forma de ser se quedase hace mucho tiempo por ahí perdida, pero no queda más remedio que plantarte en tu sitio cuando debes. Sé donde no pinto nada, y donde esta mi sitio, cada vez lo tengo más claro. Una cosa es ser buena persona y otra es cruzar el límite de ser tonta. Y lo pasé muchas veces, demasiadas. Hasta tal punto de rozar con la punta de los dedos el punto de perder el norte en mis metas. Y a eso si que no estoy dispuesta. Ni tampoco a que quien ha estado siempre ahí y continua estándolo, no reciba ni la mitad de lo que debe, por seguir bajo la anestesia de la ceguera. Me niego. Cuando das todo y aun así no sirve de nada, no queda otra elección que poner punto y final. Pero no por ello tomárselo como algo dramático, como leí en uno de los mejores libros que han pasado últimamente por mis manos "Cuando pierdes, ganas. Ganas la pérdida" y que gran razón, además ganas el dejar de emplear tu tiempo, fuerzas, ganas, vida, en algo que no te lleva a nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario