...si digo que no siento el vacío. Es estúpido fingir algo que se nota a la legua. Una mezcla de emociones que me vuelve frágil. Siento el vértigo, y cada segundo que pasa le acompaña el dolor. Es una constante secuencia de ondas, con sus altos y sus bajos, pero cada vez más fugaces, más rápidos... me da miedo que sea este el punto final. Pánico, no quiero pensarlo. Voces que dicen haz, no hagas, actúa, no muevas un dedo, rescata, olvida... Es como si un puñado de agujas se fuesen clavando cada vez más profundamente por distintas zonas de mi cuerpo. Es fácil verlo desde fuera. Adiós. Borrón y cuenta nueva. Pero desde dentro quema una y otra vez sobre la piel, sobre las cicatrices que por más que lo intente no acaban de cerrarse...
La vida fluye entre frases de canciones, días de sol o lluvia, y viajes entre las páginas de los libros, aportándole motivos para soñar. Hay sueños y sentimientos que si nunca ven la luz, ni sienten el calor del sol, formarán a pasar parte de recuerdos olvidados que tarde o temprano acabarán congelándose de tal manera que nadie se acuerde de ellos. Los elegidos tendrán el privilegio de transformarse en textos que inunden tu mirada.
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