sábado, 17 de diciembre de 2011

Tengo miedo, pero me hace sonreír.

Podría describir una historia sin altibajos, repleta de sonrisas, cosquilleos en el estómago y demás empalagosidades generadas a raíz de un cúmulo de meses sumados a una lista compartida con otro ser de este planeta. Pero si transcurriesen así los acontecimientos ni sería sincera, ni seríamos nosotros.
Es falso afirmar rotundamente que esté 100% segura de algo en esta historia, porque tengo miedo a no estar haciendo lo correcto, e incluso a estar siendo pagada con la misma moneda del pasado... no es que no confíe en él... porque si no lo hiciese, no compartiríamos tantas cosas, pero creo que es normal que exista esa parte de temor a volver a caer. 
Lo que si que puedo afirmar, asegurar o como queráis llamarlo, es que a día de hoy, soy capaz de sonreir, y es una sonrisa plena, provocada por todas las cosas buenas que ahora tengo a mi alrededor, y que, después de una mala racha me han hecho ser capaz de remontar el vuelo. Y por su puesto una parte que tiene mucho que ver en todo esto, es él. 
No es porque exista la perfección en esto que tenemos, pero es que no la necesito... así, a nuestra manera, me provoca esos impulsos de locura, consecuencia de las dosis de adrenalina que solo él sabe darme. No empezamos siendo amigos, ni si quiera conocimos. De la noche a la mañana pasamos de ser dos, a ser uno... demasiada responsabilidad que ninguno de nosotros estaba preparado para asumir... quizás por eso en aquél momento todo se acabó... pero nunca se apagó... con el tiempo hemos aprendido a ser cómplices, a ser amigos, a respetarnos, a necesitarnos.
Ni le veo todos los días, ni duermo a su lado cada fin de semana, pero me demuestra que está ahí, que aunque no me diga te quiero, lo siente. Si por él fuese se pasaría las 24h del día haciéndome rabiar. Es un niño grande que poquito a poco a sabido ganarse mi corazón. Ni él ni yo, sabemos donde nos llevará todo esto, pero a día de hoy, él ha sido el único que jamás me ha dejado sola, jamás. Ya dejé demasiados caminos a medias de recorrer por el mero hecho de fijarme metas, objetivos o por el simple hecho de encasillarnos bajo modelos estipulados por la sociedad. Somos nosotros, ¿qué importa el resto?


2 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada :) de principio a fin :) se respira algo genial de ella ;)
    besos

    ResponderEliminar
  2. Hay algo especial en el aire. Me has echo sentir esas mariposas que creía que estaban dormidas. He programado una entrada este día 18 tan pronto como salga el sol. Va para alguien especial. Para mi coza. Espero que te guste ;) Va con todo mi corazón. Y me digas tu opinión de principio a fin.

    Volviendo a la entrada.. Me has echo saber como te sientes, como si fuese una mas en la relación. Me alegro que te sientas bien y seas feliz. Ojalá que las cosas sigan así. TeQ

    ResponderEliminar