miércoles, 13 de junio de 2012

nada me calma

Esperar, es equivalente a una elevada lentitud del paso del tiempo, a una interminable suma de veces que centras la vista en el reloj sin prestarle atención a la hora que marca, al insaciable bucle en el que pulsas una y otra vez el play para escuchar esa canción que llena de recuerdos el vacío de la espera, es tener constancia de todo lo que echas de menos... Es un estado de desasosiego, de ansia por su fin, pero nada es comparable al mal estar que genera que esa espera finalice y en lugar de ahuyentar todo lo malo traiga consigo un sin fin de dudas e inquietudes...

Es entonces cuando anhelo esa seguridad aparentemente inexistente que me dabas, cuando hasta lo peor, parece ser lo mejor, y me entran ganas de huir. De no querer volver a caer y volver a tener esta estúpida sensación de echarte de menos. Es entonces cuando todo se vuelve cuesta arriba y nada me calma...


2 comentarios:

  1. A mi a veces me pasa igual!!! necesito algo más aunque sepa que es imposible que exista un grado más de lo que sea... xD pero bueno, a veces hay que conformarse y otras veces decir basta!!! un besazo, te quieroo!!!

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  2. Me encanta tu entrada, es preciosa... Últimamente a mí me pasa igual, estoy en espera constante y sé que cuando acabe esa espera es muy posible que esté peor, pero es lo que yo he elegido, debo asumir las consecuencias aunque no sean culpa mía.
    Me queda por decirte que tienes un blog precioso, es maravilloso... en serio.
    Un besazo enorme.

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