viernes, 12 de octubre de 2012

La misión.



Empleo mi tiempo en canciones que me llenen y por casualidad la descubro. Tiene algo que me gusta. Lo tiene todo, pero no le presto demasiada atención. Llega la noche y decido tumbarme en mi cama. Pulso el play... Voy a saborearla, a sacarle el máximo partido. En el segundo 44 unas palabras en forma de resumen, invaden el espacio " Me da por multiplicar los momentos buenos por las pesadillas"...

Con eso es con lo que me quedo. Lo mejor de mi ha fluido sin dificultad, he conocido aspectos que jamás pensé que existían en mi forma de ser. Y... no, no me queda más por hacer. Si algún día tiene que ser, lo será, si no... El tiempo traerá nuevos aires.

De la misma forma que traerá nuevos días, y uno de ellos se dará cuenta de que lo mejor de esta vida no se planea. Que no puedes pasarte toda tu vida buscando algo si antes no has cerrado heridas o puesto remedio a ciertos asuntos. Descubrirá que estar solo no es tan malo y que las cosas que mejor sabor de boca dejan, son las inesperadas. Que no se consigue nada quedándose aferrado al miedo.

Y sé... más de lo que debería saber.

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