domingo, 6 de enero de 2013

¿hay alguna otra salida?

Puedo intentarlo, de hecho estoy en ello. Hasta el momento no lo he conseguido. Continúa la lucha. El "autoengaño". Sé que no va a ser fácil. Creo, que ni ahora ni nunca, me llegaré a acostumbrar a esto, aunque forme parte de la rutina. Ójala, no hubiese conocido jamás aquella parte... Me parece imposible que fuese mentira, que simplemente fuese un espejismo, y que la realidad, sea esto que lleva marcando la tónica del día a día. Quizás solo ha sido "culpa mia" que transformé la realidad... Pero no, no pudo haber fingido tanto y que en realidad prefiera nada. Y ahora... Ahora viene la incertidumbre porque ya no hay nada "que marque metas". Solo silencio...








Silencio y vacío. Vacío que, a pesar de saber que es prácticamente imposible que alguién haga desaparecer, continuaré intentando subsanar. No es comparable. Ni lo más mínimo. Tampoco quiero. Pero lo bueno... también envejece con el tiempo, y si no se alimenta ¿qué nos queda? Bueno, mejor dicho ¿Qué me queda? No quiero que se convierta en resignación, o en algo que quede en manos del destino, pero ¿hay alguna otra salida? Jamás pensé que algo tan sencillo, se convirtiese en un complicado laberinto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario