jueves, 28 de febrero de 2013

Somos ríos.


- Dime qué ves a tu alrededor.
- Gente - comienzo titubeante, animado enseguida por su sonrísa -. Mesas, sillas, fuera veo la calle y a los mendigos... Es eso, ¿no?
- Sí, sí. Eso es lo que ves, pero hay algo más. Está lo que pasa por en medio... Esa gente está unida por relaciones, muchos se han amado, muchos apenas se conocen, algunos de ellos se han cruzado en una calle de Atenas, pero no se han dado cuenta. Y también los muebles tienen una historia que muchas veces nos atañe más cerca de lo que creemos. Esa gente a la que ves en la calle te revela más de ti mismo de lo que puedes descubrir en tu mente, aquí en medio fluye la vida como un río. Nuestra vida es un río. Nace en la cumbre de las montañas, al principio no es más que un arroyo helado, agua que fluye bajo tierra o entre las piedras. Luego el arroyo se ensancha, se parte en una pequeña cascada y después encuentra su camino en un canal donde el agua fluye turbulenta. En la primera parte de su camino, el canal recibe muchos afluentes, antes de convertirse en un río en toda regla. Muchas veces, al principio, fluye impetuoso entre las rocas y los árboles por entre las montañas, antes de encontrar su cauce, por el que se extiende y prosigue lentamente hacia el mar, uniéndose a otros ríos, allí donde todas las historias se cruzan. Tú eres un río, y la pregunta es: ¿en qué punto del río estás? Si sabes atender a esa pregunta, hallarás la respuesta que buscas.


Si estuvieras aquí.

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