lunes, 28 de septiembre de 2015

Todo puede cambiar.



Todo pasa por algo. Cada vez lo tengo más claro. 
Cuando ponemos toda nuestra ilusión, nuestro tiempo, nuestras ganas y nuestras fuerzas en algo, o alguien, y nos esforzamos una y otra ves, olvidándonos hasta de nosotros mismos y el resultado no es el que esperábamos, nos hundimos. 
Damos miles de vueltas buscando respuestas o tratando de encontrar justificaciones absurdas para responder las dudas que nos surgen, los porqués. Tratamos de encontrar un punto en el que hayamos podido fallar. 
El principal error es nuestro. Estamos acostumbrados a ver solamente el lado negativo, pero si cambiamos el punto de vista desde el que analizamos lo que nos sucede, puede que nos demos cuenta de que si algo no ha terminado siendo como imaginábamos, quizás sea porque debíamos de ver más allá de esa única opción que nos planteábamos.
Y entonces algo sucede. Es complicado de explicar, pero si cambiamos el punto de vista y algo no termina como pensábamos, no sentimos una derrota más a nuestras espaldas. 
Todo puede cambiar si nosotros mismos queremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario