domingo, 18 de octubre de 2015

Ganar perdiendo.

Llevo un rato pensando sobre qué escribir hoy. Bueno, más bien, sobre cómo escribir sobre lo que quiero transmitir, sobre lo que me quiero desahogar, porque el tema lo sé. Sólo me falta el cómo.

Creo que mi cerebro hoy está en stand by, o que mis neuronas han decidido que con estar toda la mañana estudiando y organizando la semana ya ha sido suficiente por hoy, que es domingo y que el máximo esfuerzo que debería hacer hoy es el de no dejar de comer chocolate mientras veo una serie detrás de otra. 

Pero bueno, a lo que iba... el otro día leí un artículo de opinión que venía a decir, muy resumidamente qué, perder, es otra forma de ganar, y me hizo pararme a pensar (un poco más, por si todavía era poco...)

Soy consciente de que he invertido tiempo, y no digo perder, porque creo que si haces lo que crees que debes en determinado momento no estás perdiendo tiempo sino invirtiéndolo en algo que esperas merezca la pena, y claro está, la inversión puede resultar nefasta... Puede que haya "perdido" una batalla a la que le puse mucho esfuerzo, mucha dedicación y ganas... pero ahora que todo ha girado hacia el lado contrario, estoy empezando a darme cuenta de que perder no es tan malo.

Tenía ganas de ganar en tiempo para mí, de ganar tranquilidad y perder de vista todo eso que hacia los días más grises de lo que ya eran. He perdido pero estoy empezando a ganar seguridad, y es que la peor pérdida no la he sufrido yo, sino alguien que no ha sabido valorar lo que tenía. 

Aún no me fío al 100% de mi misma... me da miedo que como esta semana, a mitad de los días algo me haga volver a tropezar, pero confío en que aprenderé de la pérdida  y terminaré transformando todo esto en ganancia.

Por el momento lo que si que tengo claro, es que me he ganado una tarde de domingo de relax, muy necesario para coger fuerzas y empezar una nueva semana a tope. 

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